domingo, noviembre 28, 2021

Flashback veraniego. Vía verde de ojos Negros

Una de las Vías verdes que quería hacer, la más larga de España, pequeña escapada veraniega. Nos fuimos a Sagunto en coche, y desde allí, a Monreal del Campo en tren, para unirnos al resto de alforjeros que estaban haciendo la ruta en versión extreme. Yo como ando un poco aburguesado, me quedé con la opción light.


El primer día fuimos hasta las Minas de Ojos Negros, y desde allí, por la vía verde que tiene tramos sin acabar, y cuando no por carreteras locales. Geología interesante, arcillas multicolores, paisajes indómitos, patrimonio ferroviario.


Antes de llegar a Teruel pasamos cerca de su aeropuerto, versión racional de lo que se debió hacer en Ciudad Real, lleno de aviones esperando mejores momentos postpandémicos.


No conocía Teruel,  la penúltima capital de provincia que conozco, se ha librado por Castellón,  y he de decir me gustó mucho, muy coqueta ciudad con un patrimonio interesante y mucha vida en las calles de su casco histórico.

Al día siguiente continuamos por la vía verde, zonas boscosas y geología interesante, con el ferrocarril en paralelo (unos vascos con un par hicieron un FC paralelo al existente para sacar el hierro de las minas hasta el mar). 



Llegamos con prisa y algo de calor a un pueblito llamado Barracas donde el dueño de la casa rural nos dejó plantados. Comprobamos en internet que no éramos los primeros, por lo que nos fuimos a dormir a un hostal de la carretera, lujo=0. 

El último día continuábamos bajando hasta Sagunto, muy cómodo y bonito, pero con el tramo final muy afectado por las autopistas y carreteras. Pasamos por Jérica, con su curioso casco histórico y peculiar torre que parecía un faro en la sierra. 


En resumen, un bonito viaje, una vía verde muy chula, y todo un descubrimiento la provincia de Teruel.

CRACKER EN GRANADA

Hace 15 años que vi por primera vez a Cracker, en Zaragoza en aquella ocasión... 15 años. Y 6 años desde que los vimos en Valencia. Entonces ya decía que el tiempo vuela, ahora ya no es que vuele, es que está tan alto y lejos que no sé donde cojones ha ido... 

Ya decía entonces que Cracker molan mucho, que siguen ahí, imperturbables, aportando música a este discurrir mío por el mundo. Aunque no han sacado ningún disco desde el concierto del Valencia, la oportunidad de ver a esta banda en directo es algo que no se debe dejar escapar, y Granada no está tan lejos, así que, viaje relámpago y a disfrutar del rock en estos tiempos de mascarillas y miedos.


Como fuimos de los primeros en comprar las entradas estábamos sentaditos en fila 2 del teatro de caja Granada, en el centro, creo que es el concierto que mejor he visto en lo que se refiere a ubicación en mi vida... Muy cómodo y eso, pero la verdad es que me gusta más ver los conciertos de pie y botar un poquillo de vez en cuando.

Abrieron con un par de temas del Gentelman's Blues, mi disco de entrada a Cracker, con el fantástico Seven Days. El set list variado, ha aparecido por la red. Clásicos salpicados con cosas más recientes, puro eclecticismo rockero que es lo que Cracker es. Todo conocido menos los dos temas del Bis, que me dejaron un tanto idiferente. Eché de menos del Big Dipper, pero bueno, no se puede tener todo.


Por cierto, me pillé una camiseta, que la de Zaragoza ya está muy vieja :-)

sábado, noviembre 21, 2020

Consolación - San Carlos del Valle

 Aprovechando el solecito otoñal, paseo carretero por la Mancha, huyendo del encierro pandémico y sacando a pasear a la Nikon (siempre que lo hago pienso, ¿por qué no lo hago más? En fín...

Llegando a Consolación (Villanueva de Franco en los viejos mapas de carreteras), una impresionante quintería en ruinas con unos espectaculares lienzos de tapial.


También, como no, fotillo a un mojón kilométrico esos que la Diputación mantiene, afortunadamente, en tan buena forma. Bien hecho.
En Consolación un molino de viento con el logo del INC. Supongo que nunca fue un molino de viento, sino que esconderá un silo, o un depósito de agua, o un transformador, o vaya usted a saber...

Muy interesante en su forma urbanística y la arquitectura neoherreriana de la iglesia, mi objetivo tiene predilección por los elementos abandonados, o que, al menos, vivieron mejores tiempos.

En Consolación, al pie de la N-IV, hubo una vez un bar con una fonda...
El reloj del Ayuntamiento se paró pasadas las 10,30, y ahí sigue el viejo Coppel de fabricación nacional (aunque el origen fuera alemán). 
Las arquitecturas de la Mancha se ven favorecidas por el paso del tiempo y las luces bajas del otoño.
En San Carlos del Valle, Santiago pisoteando moros. La incorrección política es una de las características de la segunda mitad del siglo XVIII :-).

Y esto es lo más destacable, de un buen día de escapada manchega... a prodigar.

domingo, marzo 01, 2020

Jethro Tull: The Prog years


Nunca he sido un gran fan de Jethro Tull, porque su música es a veces cansina, a veces genial. Pero tienen discos que me parecen básicos como el Thick as a Brik, Songs from the wood, o como no, Aqualung, por eso cuando vi que venían a España y más al auditorio de Ifema de Madrid, donde se ven las cosas cómodamente sentados, pues me dije, vamos para allí. Compramos las entradas con bastante adelanto para conseguir un buen asiento, en la fila 6, un pelín lateral.

Llegamos con tiempo, y nos tomamos una cañita rodeados de viejales rockeros, más viejales que nosotros, pero menos rockeros ;-). Una fauna variopinta, padres con hijos, sesentones venidos del norte y del sur, todos excitados alrededor de la magia del flautista más famoso del rock, el gran Ian Anderson.

El show arrancó con Thick as a Brick, y continuó mezclando clásicos con canciones menos famosas, de lo que Andreson llamó su setlist más progresivo, porque de eso iba a la noche:


Thick as a Brick
Nothing Is Easy
Living in the Past
Hunt by Numbers
Bourrée in E minor
Black Sunday
Dangerous Veils
Banker Bets, Banker Wins
My God
Set 2:
Clasp
Wicked Windows
The Zealot Gene
Pavane in F-Sharp Minor
Dark Ages
Aqualung
Locomotive Breath
The Dambusters March


De la primera parte destacaría el Living in the Past, y el paseo por el barroco de Bourrée. Un descanso un poco largo, pero bueno hay que ser comprensivo, nos metió en la segunda mitad donde me encantó una versión guapa de Aqualung, y la peña se desató con Locomotive Breath.

Un gran show, Anderson en relativa buena forma, y muy bien arropado por unos músicos excelentes. Y el personal disfrutando de lo lindo, algunos con tintes épicos.

Por cierto, estaba prohibido usar móviles y cámaras y unos jóvenes se encargaban de limitar este uso, lo que me parece bien, porque hay que ir a los conciertos a disfrutar de la música, no a aburrir a los demás con tu móvil delante de la cara. En todo caso, si buscais en Youtube veréis que muchos se libraron de la prohibición. Yo como sigo las relgas (así me va), pues no hice ni fotos. Poco importa.

domingo, febrero 16, 2020

Copa del Rey de Basket Málaga


Aprovechando la visita a Málaga, compramos entradas de última hora para las semifinales de la Copa del rey de basket.

Llegamos con el primer partido empezado porque encontrar un taxi en Málaga era misión imposible, pero fue una suerte porque entrar en el Martín Carpena lleno a tope fue impactante.

El Madrid ganó sin mucha dificultad al Valencia, que estaban poco enchufados en defensa y no cogieron muchos rebotes. A nuestro lado unos catalanes o valencianos que animaban al Madrid.

Se nos hizo corto el partido. Tras una hora de descanso vimos al Unicaja Málaga arrasar al Andorra. Muy buen ambiente, vimos a Scariolo por la grada y otros famosos varios del basket.

La verdad es que sorprende lo rápido que mueven el balón esta gente y la rapidez y facilidad con la que tiran a canasta.

En un plis plas se acabó el segundo partido con un ambiente increíble. Una buena experiencia

miércoles, febrero 12, 2020

Wille and the Bandits



Una vez más escapada entre semana a la Sala Nana a disfrutar de la música en vivo, en esta ocasión con la banda Wille and the Bandits, que me había escuchado sobradamente en el Spotify, sobre todo un directo y el último disco, Paths.

Buena entrada para lo que es habitual, muchos de los incodicionales y desgraciadamente, no pocos tertulianos de esos que van a los conciertos a contarse su vida, cosa que podrían hacer en cualquier bar o café sin dar por culo a los demás asistentes, que ya es malo, y a los músicos, que es peor, además de una falta de respeto. En algún momento, sobre todo en las canciones lentas, fue bastante molesto.


Estos británicos tocan un rock con toques funkies y bluseros, liderados por el tal Wille Edwards que maneja muy bien con las seis cuerdas de la guitarra y de las steel guitar que intercambia con bastante habilidad. Además, el joven canta bastante bien y sin esfuerzo.

Muy bien arropado por la base rítmica, y un hombre orquesta en los teclados que demostró que también sabe tocar la guitarra y hasta los bongos.

Durante una hora y media repasaron todo lo que había oído los días anteriores, y se hizo corto, no sé si es la duración habitual, o que no les convenció el entorno. Al final fotos de despedida, y me llevé su último disco en vinilo, Paths, porque me gusta llevarme recuerdos, y porque hay que colaborar con la causa. Una buena noche, echales un oído a esta gente, merece la pena.